Hace 12 años fue mi primer viaje de aviòn, fue una experiencia maravillosa, quería volver a pisar un muelle àereo, volver a tocar un tiquete áereo, sentir el agitreo de un viaje en avión y todo lo corceniente a estar fuera del paìs por un tiempo.
Días atràs Marthica mi directora del Centro de Formación en dònde estaba estudiando para hacer agente de vaije con enfoque periodistico, nos comentò que iriamos a Chile para conocer y aprovechar el preámbulo de la Feria turística de Anato, una de las màs importantes a nivel turistico en Colombia. Me puse a llorar de la felicidad y llegué a mi casa para contar a mi familia la noticia y a hacer la cuenta regresiva para el viaje.
Asì fue que llegò el gran dìa el 20 de febrero del 2013. Iban a ser tres dìas en que mi único pensamiento era pasarlo rico y conocer territorios desconocidos, así era la misiòn de cada uno de mis compañeros que iban conmigo. En el Dorado pasamos todos los requisitos de migraciòn y cuando pise el aviòn de LAN me sentìa como una reina recièn coronada.
Llegué al aeropuerto Arturo Merino Benitez de Santiago y pise tierra chilena, en dònde era las 6:30 de la tarde y parecìa el cielo de las 4:00pm. Se cumpliò una parte de mi sueño. La gente de la direcciòn de Turismo nos recibió con un homenaje y postres chilenos. De ahì abordamos a nuestra morada una casa para todos en la carretera que conduce a Valparaìso, una de las ciudades màs importantes del país. Nuestra comida de bienvenida fue unas empanadas y una copa de vino de las mejores viñas de la ciudad vecina.
Estaba cansada pero decidí a quedarme a hablar con los habitantes de la casa, sobre la cultura chilena, y me di cuenta que la primera impresión es que la que no cuenta, los Australes se pueden caracterizar como personas generosas y con un acento único. Y asì amaneció esta ciudad incrustada en sus cerros Santa Lucía y San Cristobál eso me indicaba que iba a comenzar mi primer día de aventura.Conocimos sitios como el Teatro Municipal de Santiago la cuna de las artes escénicas, para tener más cercanía con las artes plásticas el Museo de Artes y a disfrutar de su gran comida de mar al lado del mercado central.
En el metro se puede conocer toda la ciudad y deleitarse con el ambiente cultural, la música, danza y el teatro entra por tùs venas, es algo indescriptible. Los recitales de Neruda son ideales para una ciudad como esta. Recibe el tìtulo de patrimonio mundial de la UNESCO.
Tres dìas en Santiago fueron la mejor enseñanza de mi vida. Su arquitectura, sus montañas, la cercanía de sus ciudades, el vino, la mezcla de lo clásico y lo moderno, hace que quiera volver y esta ciudad me dejó las puertas abiertas para volver a pisar sus tierras pronto y así relatando un poco de mi aventura por Chile terminé mi viaje el sábado 23 de febrero del 2013. Una de mis mejores experiencias de mis 21 años.
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